Croquetas sin lactosa
Cualquier nutricionista o entrenador personal, o endocrino, o profesional competente del manejo del peso, tiene un historial abundante de fracasos en su lista de pacientes o clientes.
Algunos enseñan fotos del “antes y el después” de los casos que han tenido éxito.
Pero hay otras muchas fotos que no enseñan, no sé si me explico…
Ya no hablo de los que salen en las redes exhibiendo muslos, abdominales y brazos.
Aquí estamos hablando de cosas serias.
El caso es que el historial de fracasos de una consulta de nutrición es un tema tabú del que pocos nutricionistas quieren hablar.
Y muchas veces no queremos hablar porque estamos demasiado ocupados en ver pacientes en serie y no reflexionar sobre el trabajo que hacemos ni los recursos que le damos a los pacientes.
A ver, hay poca innovación en el sector, seamos claros.
Y esa es la razón por la que los de los abdominales de las redes entran por los ojos de alguien que ha fracasado con las dietas una y otra vez.
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El caso es que he subido un nuevo artículo a mi web.
Me dijeron que tenía que explicar el “por qué hago lo que hago”.
Te dicen que tienes que darte autoridad y ganarte la confianza explicando tu propio viaje personal de por qué quieres salvar al mundo.
Y sinceramente, eso es algo que se lo dejo a Dune y otras películas.
Podría venderte la moto de que mi misión en la vida es cambiar el mundo de la nutrición y la salud pública con unos valores que hacen llorar de emoción a la primavera como hacen todas las grandes empresas:
“Integridad”
“Pasión”
“Coraje”
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Ya…
No puedo hacerlo.
No puedo hacerlo, en serio. No me parece serio.
No me parecía serio como empleado y no me parece serio ahora.
Estudié farmacia y nutrición y luego me encanta escribir y escribo y cuento historias y comunico.
Y la cosa es que así sé que puedo ayudar.
Lo de la misión y lo de los valores, pues los tengo de puertas hacia adentro y sé que si lo hago bien y no fallo a las puertas hacia adentro, pues todo eso se filtrará de puertas hacia afuera. .
Y para mí es suficiente.
Para los cursis que te dicen que te tienes que dar autoridad y hacer llorar de emoción con tus valores, pues no.
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¿Por qué te cuento esto?
Porque he publicado un artículo que explica cómo unas inocentes croquetas sin lactosa me dieron la idea para hacer hoy lo que hago.
En caso de querer leerlo, es aquí:
PD - Jim Rohn decía que cuidar tu cuerpo es una idea a no menospreciar porque es el único lugar que tienes para vivir. Mi abuela no sabía quién era JIm Rohn, pero me dejó una valiosa lección.