Cruce de navajas en nombre del hambre
Mira, un error muy frecuente de muchos médicos, farmacéuticos y nutricionistas, es no salir en la vida de las bases de datos científicas.
Despreciar el tiempo de consulta.
La consulta es cansada y sacrificada, pero no solo es el lugar donde se encuentran profesional sanitario y paciente, sino que también es la calle.
El profesional tiene una oportunidad de oro para salir de los papers y los libros científicos: escuchar al paciente. Ver, oír y sentir lo que una persona te expresa con su problema de salud. Eso te abre a nuevos mundos, como el del paradójico comportamiento humano.
Y gracias a eso, te vuelves mejor profesional.
Es decir, la consulta es genial porque al profesional sanitario (con tendencia natural —y cosa genial— a ser ratón de biblioteca por un elevado espíritu de estar al tanto de lo último en ciencia) le aporta calle.
Como me ha quedado muy larga la subordinada, repito el mensaje:
La consulta es genial porque al profesional sanitario le aporta calle.
Bien.
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Otro error muy presente a día de hoy es no salir de las redes sociales.
Y ya no te cuento cuando no has pasado consulta en tu vida, pero promocionas cursos y soluciones en redes sociales.
Eso es peor, porque muchas veces no tienes ni el rigor, ni tampoco la calle.
La calle no te la da estar en redes.
La calle te la da hablar con personas, que te lancen un desafío de salud y pegarte un buen rato —toda una tarde, a veces— descifrando con la evidencia disponible cómo ayudas a esa persona.
La calle la da darse cuenta que la evidencia a veces se queda corta.
Que los artículos, por naturaleza, se quedan cortos.
Que hay cosas que nunca demostraremos en ensayos aleatorizados doble ciego, y que no es necesario hacerlo para llegar a ciertas conclusiones que nos da la calle.
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Entonces…
¿Dónde está el equilibrio?
¿Cómo respetar la evidencia científica y tener la calle suficiente para resolver los problemas reales?
APRENDIENDO Y ACTUANDO.
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Bien,
¿Y qué he aprendido sobre el tema de Ozempic fuera de los artículos científicos?
Pues que hay 2 creencias básicas en conflicto:
Creencia 1: Ozemp*c es prescindible
“A mí me sobraban 50 kilos y cuando empecé a verle las orejas al lobo en forma de hipertensión, colesterol y problemas en las articulaciones, tuve claro que aquello no se solucionaba solo con dieta, tenía que empezar a mover el culo. Menos silla y más actividad.
En 2 años de cuidar lo que comía (insisto, CUIDAR lo que comía y las cantidades) e integrar el ejercicio en mi vida diaria, había bajado 45 kilos.
Mis matemáticas fueron sencillas y lo siguen siendo: Quemar más calorías de las que me meto garganta abajo.
Y cuando llego a casa, después de hacer 30 minutos de ejercicio diario, te aseguro que puedo comer casi lo que quiera.
Desde mi propia experiencia, no compro el argumento de lo de pasar hambre.
Por cierto: Hipertensión e hipercolesterolemia, han desaparecido.”
Creencia 2: Ozemp*c es imprescindible
“Su caso no representa a la mayoría que sí tiene que vivir pasando hambre, haciendo ejercicio y comiendo cosas y cantidades de por vida que ni apetecen ni satisfacen ¿Acaso eso es salud? ¿Y a quien no le guste hacer ejercicio? ¿Por qué tiene que convertir su vida y su rutina en una maratón de obligaciones y disgustos?
Para mí, media hora y nada es lo mismo; como no haga una hora diaria de ejercicio intenso más otros veinte minutos, media hora de ejercicios de fuerza y no me muera de hambre cada día de mi vida no mantengo el peso ¿Le parece sostenible, agradable y sano vivir pasando hambre, despertarse de hambre, no poder concentrarse en el trabajo y sentirse culpable, ansiosa y presa del pánico cada vez que hay comida delante por miedo a engordar? Prefiero vivir con un sobrepeso manejable que comprometer y empeorar mi relación con la comida, mi vida social y mi salud mental para mejorar mi salud física. Me pasé así muchos años y estar en mi peso nunca me dio tanto bienestar y felicidad como me lo da ser libre, no tener que hacer un ejercicio que odio y me arruina el día y comer lo que me apetece y en cantidades normales pero que me llenan.
Claro que no es lo mismo un sobrepeso de 15-20 Kg que de 50. Lo felicito por su cambio de hábitos y le deseo que los mantenga mucho tiempo.”
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¿Quién tiene razón?
Pues para eso, he escrito un artículo.
¿Qué artículo?
PD - ¿Qué hago en el artículo?
Recojo las preguntas más importantes que debemos hacernos los profesionales de la salud
Escribo una lista con las cuestiones que las personas interesadas en su uso deben conocer primero para poder descifrar qué lugar dar a Ozempic en esta estrategia global contra la obesidad mundial.
Tanto si ya lo has usado como si no, descubrirás si Ozempic es otra herramienta más o la solución definitiva contra la obesidad.