¿Una embustera?
Una mujer muy influyente presenta un especial, en hora de máxima audiencia, en el país más influyente.
El laboratorio de Ozempic (Novo nordisk) ha vendido tanto que el país donde está ubicado y donde cotiza (Dinamarca) ha aumentado su PIB. O sea, para los que no estudiamos economía: esta empresa está facturando tanto que ha llegado a alterar el resultado total del país.
Es como si en la vida te va tan bien, pero tan tan bien, que le compras un chalet a tu madre.
Al ver todo eso, es imposible no preguntarse: ¿la que se está liando, no?
Pues sí, están pasando cosas. Algunas muy interesantes como lo de Oprah o como las noticias que no paran de salir y podemos sacar valiosas lecciones de todo eso.
Vamos a ello.
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¿Cómo dice Oprah que adelgazó?
Dice que con caminatas diarias de entre cinco y ocho kilómetros, bebiendo alrededor de cuatro litros de agua al día, cenando no más tarde de las cuatro y con medicación que la ayuda.
Es decir, que ha empezado a usar alguno de los nuevos fármacos de reducción de peso, como Ozempic (de Novo Nordisk), aunque no especificó la marca ni si es algo puntual o sigue con ello.
Vale.
Ha dicho 3 cosas que están muy bien tiradas.
1 - Ha hablado de ejercicio,
2- de beber agua (lo menos importante de las 3 cosas, en mi opinión beber agua es algo a lo que le damos muchísima importancia, como si estuviéramos cada día a punto de morirnos de deshidratación, y no sé por qué ha calado tanto este mensaje, no sé que industria ha logrado crearnos esta necesidad NO JUSTIFICADA de que todo el mundo beba litros de agua cada día como si tuviéramos que diluir veneno en la sangre)
3- de no cenar más tarde de las cuatro. No sé ahora mismo cómo irán las horas de luz donde ella vive. Pero esto hace referencia a la crononutrición y, a ver, sin ser la prioridad en la bajada de peso, sí hay estudios que evidencian que mejoraremos nuestros centros reguladores de la saciedad si comemos durante las horas de luz y descansamos durante las horas de oscuridad. En ese sentido, y por otras razones interesantes, siempre trabajo con mis pacientes que buscan una pérdida de peso el crear el nuevo hábito de adelantar la hora de la cena.
La cuarta cosa que Oprah dice es que usa medicación.
No especifica si Ozempic u otro.
(yo creo que ella ha usado Ozempic en el pasado y, si sigue con ello, cosa que no sé, quizá se haya pasado a Mounjaro, que es otra inyección con más efecto que Ozempic).
Lo curioso es que esta mujer hace poco denunciaba que Ozempic era un atajo y “una salida fácil”.
Entonces…
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¿Por qué Oprah ha cambiado de opinión y ha pasado de la cautela a la defensa?
Pues la actitud de esta mujer en el programa lo muestra claramente: el peso es un tema que la ha traído de cabeza toda su vida.
Ha vivido traumada como tantas personas que siempre han estado en pie de guerra contra su peso. Ahora sale un medicamento que promete ayudarla, lo usa y, por primera vez en su vida, ve que el peso que pierde no lo recupera.
Y que el peso que pierde está muy bien, que, además, de no recuperarlo es que oye mira, que yo nunca he estado en menos de 90 kilos…
Lo que le ha pasado a Oprah es lo que nos pasaría a cualquiera con sus antecedentes: ha probado las mieles de las inyecciones y ahora quiere hacer lo que todos queremos hacer cuando algo nos sale bien: contárselo al mundo.
A veces lo hacemos con un verdadero deseo de ayudar, otras como una forma soterrada de vanidad y, casi siempre, como una mezcla indistinguible de las dos. Es como somos…
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¿Y si soy un malpensado y estas cosas no me las creo? ¿No tiene más sentido que Oprah tenga un acuerdo con las compañías farmacéuticas? ¿No es todo el programa acaso un anuncio largo encubierto de Ozempic?
Ostras, no lo sé.
Reconozco que hay un punto en esa idea que, tristemente, me seduce. Puede ser.
De todas formas, y por hacer un uso de la presunción de inocencia y tratar de mirar todo esto con actitud constructiva, diré que sí creo que esta mujer tenga un deseo honesto de ayudar.
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¿Puede tener algún conflicto de interés?
Puede, pero sí creo que lo que más la empodera a salir en TV a hablar de este tema es su historia en primera persona con el medicamento y, sobre todo, que es un tema que estará entre esas cosas que de verdad le hayan hecho la vida difícil.
En ese sentido, creo que Oprah actúa desde el subidón que le ha producido ver cómo un problema que le causaba mucho dolor mental y físico ha retrocedido como nunca antes.
Pero no olvidemos que si esta mujer ha llegado a tener la influencia que tiene es porque se ha ganado la confianza de la audiencia. Alguien que solo quiera engañar para enriquecerse no pondría en riesgo su activo más importante: la confianza.
Así que sí creo que actúa en gran parte de buena voluntad y que, si se pasa un poco de entusiasmo, es solo porque lo hace envalentonada por sus buenos resultados.
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¿Cuál es el problema de todo esto?
El problema está en que nos haga decir:
¡Qué bien! ¡Qué ganas de que estos medicamentos sean accesibles, baratos y seguros!
El problema está en darle a estos medicamentos, o los que sean, me da igual, toda la importancia. Verlos como la solución definitiva o como la única solución.
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Pero Oprah también habla de los hábitos que ha creado y mantenido… ¿No se quedará la gente con el mensaje de que además de que existe nueva medicación eficaz, los hábitos que construyan son el verdadero camino a seguir?
No, no creo.
La TV no es una clase universitaria donde el ponente se esfuerza en matizar el mensaje y que las conclusiones queden claras y la evidencia disponible se imponga.
La TV no está preocupada por la ciencia, ni por la salud, sino por las cifras de audiencia.
En ese sentido, ver a Oprah que después de mucho tiempo vuelve a presentar un programa, que sale radiante, que sale entusiasmada con un medicamento que le ha cambiado la vida y todo el programa tiene constantes alusiones a estos fármacos… pues digamos que no es fácil que la gente se quede con un mensaje equilibrado en donde digan: “qué bien que existan ahora nuevos medicamentos que ayuden a los hábitos”.
No.
Es más probable que nos quedemos con esta idea: “estos medicamentos son una revolución. Mira cómo de feliz y delgada está esta mujer. ¿Cómo lo consigo yo?”
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Y si esta mujer es millonaria, tiene la vida solucionada, es exitosa y construyó su imperio cuando tenía sobrepeso, ¿CÓMO puede ser que a pesar de contar con todas las facilidades imaginables para lograrlo, siga necesitando ayuda farmacológica?
PD - Pues mañana contesto a eso y a otras dos cosas más.