Como ya te he dicho en los correos de esta semana, he empezado a remojar la avena porque mi estómago es sensible.
Pero…
Ahora tengo un nuevo problema.
No todas las noches me acuerdo de ponerla a remojo.
He elegido ponerla con leche para no tener que andar filtrando al día siguiente.
Al final, si algo tengo claro de mi enfoque en los hábitos de nutrición, es a ponerme las buenas conductas lo más sencillas posible.
Lo de andar remojando la avena no me hace mucha gracias, pero también es verdad que invierto el mimso tiempo metiéndola en el bol que antes. Solo que ahora, en lugar de hacerlo por la mañana lo hago por la noche.
Sobre los efectos intestinales, ya te lo contaré.
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Ahora…
3 recetas fáciles con avena.
Todas ellas las puedes hacer remojando la avena previamente en la nevera la noche de antes.
La tercera en concreto exige sí o sí que la remojes.
último consejo: compra avena integral y si pone “bio” mejor. De todas formas, y esto vale para todo, cuanta más corta sea la lista de ingredientes del etiquetado mejor señal.
Menos procesada.
Mucha gente no acostumbrada a la avena, la considera alpiste para pájaros. Normal. Me pasa lo mismo al principio, pero ya verás con estas recetas cómo no vas a echar en falta los cereales hiperazucarados de toda la vida.
Opción 1: Bol de Avena Tropical
Ingredientes:
1/2 taza de copos de avena integral
1 taza de leche de almendras (o cualquier leche de tu preferencia)
1/2 plátano maduro en rodajas
1/4 de taza de mango fresco en cubos
1/4 de taza de piña fresca en cubos
1 cucharada de coco rallado sin azúcar
1 cucharada de almendras laminadas o picadas
Miel o sirope de agave al gusto (opcional)
Preparación:
Cocina los copos de avena en la leche de almendras según las instrucciones del paquete hasta que estén suaves y cremosos.
Sirve la avena cocida en un bol.
Coloca encima las rodajas de plátano, los cubos de mango y piña de manera decorativa.
Espolvorea el coco rallado y las almendras laminadas por encima.
Añade un toque de miel o sirope de agave si deseas un poco más de dulzura.
Opción 2: Bol de Avena y Frutos del Bosque
Ingredientes:
1/2 taza de copos de avena integral
1 taza de leche de avena (o cualquier leche de tu preferencia)
1/4 de taza de fresas frescas cortadas en mitades
1/4 de taza de arándanos frescos
1/4 de taza de frambuesas frescas
1/4 de taza de nueces picadas
1 cucharada de semillas de chía
Miel o sirope de arce al gusto (opcional)
Preparación:
Cocina los copos de avena en la leche de avena siguiendo las instrucciones del paquete hasta obtener una consistencia suave y cremosa.
Vierte la avena cocida en un bol.
Distribuye las fresas, arándanos y frambuesas encima de la avena de forma atractiva.
Añade las nueces picadas y las semillas de chía por encima para un toque crujiente.
Si lo prefieres, endulza tu bol de avena con un poco de miel o sirope de arce.
Opción 3: Bol de Avena Nocturna
Ingredientes:
1 taza de leche 2/3 taza de yogur 1 cucharadita colmada de proteína en polvo (opcional) 2 cucharaditas de semillas de chía 1 taza de avena integral Fruta fresca Nueces
Instrucciones:
En un bol grande, mezcla la leche, el yogur y bate hasta que se mezclen.
(Opcional) Añadir proteína en polvo y batir.
Añadir la ralladura de media naranja y batir.
Añadir las semillas de chía y batir inmediatamente.
Añadir la avena entera y batir.
Guardar en el frigorífico toda la noche.
Cuando esté listo para servir, vierte los copos de avena en un tarro o cuenco y colócalos encima con fruta fresca y nueces troceadas.
PD - Otra buena razón por la que recomiendo mucho la avena a mis pacientes es porque no tiene gluten: aun así, el 1 % de los celiacos no pueden consumir avena por sus prolaminas, ya que la estructura molecular de estas es muy parecida a la del trigo, la cebada y el centeno. El intestino de estas personas suele confundir la avenina con la gliadina, la hordeína o la secalina (gluten) y esto desencadena respuesta autoinmune. A tenerlo en cuenta.
Qué buenas!
La 2ª es mi favorita 😋
Al final me has hecho comprar la avena, bribón