Lo que no estás cambiando es lo que estás eligiendo
Esa frase es la que le dije a Concha.
Y se lo dije yo, que muchas veces soy Don Consejos Vendo Que Para Mí No Tengo.
Pero es que hay frases que son un punto de inflexión.
Y esa frase fue un punto de inflexión en mi salud.
Lo sigue siendo cada vez que la practico.
Y Concha también la practica y ahora es una inspiración para mí.
Ella rompió un círculo vicioso que la hacía creer que envejecer era un lento progreso hacia el deterioro físico, mental y anímico.
Que no podía hacer nada contra eso.
Y eso hacía de Concha lo que haría con cualquiera de nosotros:
Ser personas muertas en vida.
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Pero incorporar hábitos a tu vida, ser constante con ellos aunque sea de manera imperfecta, te demuestra que una puede sentirse bien física, mental y anímicamente por muchos años que cumpla.
Bueno, en concreto Concha se dio cuenta que cada vez que brindaba con la palabra “salud” eso no era todo.
Había más por lo que brindar.
Porque ella tenía salud, estaba viva, pero muerta en vida.
Entonces, la salud… ¿para qué?
¿De qué nos sirve estar vivos si vamos en una pendiente cuesta abajo y sin remos?
Pues nos sirve para recuperar LA ILUSIÓN.
“Salud e ilusión” no es solo el nuevo brindis de Concha, es también mi nuevo brindis favorito y algo que he repetido desde entonces a muchas pacientes en consulta.
Es la ilusión por la vida, por hacer, por aprender, por empezar cosas nuevas, apuntarse a cosas, la que ha devuelto la vida al cuerpo de Concha.
Ella buscaba perder kilos, pero terminó ganando vida por perderlos.
Fíjate que curiosidad.
La salud está muy bien y todos debemos aspirar a ella.
Pero, por sí sola, no es el fin. Es un medio.
¿Un medio hacia qué?
Un medio hacia la vida, hacia la ilusión.
PD - Salud e ilusión.